Añoro a Urdaci

No, no he bebido alcohol para desayunar, y si, si me encuentro en perfectas facultades mentales, o al menos, los médicos no han podido demostrar lo contrario.
Entonces, os estaréis preguntando, a que viene el título.
Pues es por algo que ocurrió esta mañana.
Como todas, me despierto con las noticias de Televisión Española de fondo, y me sorprendió oír, textualmente, que el 76 % de los españoles votamos que SI en el referendum a la constitución europea.
En ese momento dirigí la mirada, que estaba perdida en el armario en busca de algo que ponerme para apaciguar el frío que hace últimamente por aquí, al televisor.
Buscaba una cara conocida, y comenzó el nerviosismo al descubrir que la persona que había dicho eso no era Urdaci, tampoco la delgada chica que se escondia tras el maquillaje era Urdaci, una sensación de vértigo se apoderaba de mi al tiempo que buscaba en el plató, tras ellos, la figura de aquel hombre que me hizo sentir vergüenza ajena cuando oí su “ce - ce – o - o” .
Pero nada, no estaba allí y yo me sentía como al borde de un precipicio y agitado por un intenso vendaval, sabiendo que allí abajo, donde voy a precipitarme pues no tengo a Urdaci para agarrarme a él, se encuentra la cruda realidad.
Tan manipulada esta ahora la televisión pública como hace un año. Tan asquerosamente manipulada.

Y el talante se lo pueden meter por el culo.